viernes, 27 de febrero de 2009

YO SÓLO QUERÍA SER PETER PAN


Cuantas veces sueñas con que pasará cuando seas mayor y de repente, no sabes como has llegado aquí.
Las noches antes tan divertidas ahora se vuelven eternas. Te despiertas a mitad de ellas ya que te entran unas horribles ganas de mear o de beber obligándote a levantarte y perder como mínimo media hora de tu apreciado sueño.
Deseabas conducir y ahora en la puerta te espera tu coche pidiendo un recambio de ruedas, un cambio de aceite, el pago del seguro y la revisión de la ITV.
Deseas comprarte una casa y cuando la tienes maldices la hora en la que el banco te engaño de esa manera. No entiendes eso del Euribor pero te está arruinando.
Todo son pagos, todo es trabajo, todo es rutina…Comprendes el “Yo soy yo y mis circunstancias” y te ahogas, te ahogas cada día más.
Piensas en la jubilación, en los viajes con el Imserso y en las partidas de mus después de la siesta.
Aunque no crees que seas tú al que un día digan ¡Uf cómo huele a viejo! No crees que un día será a ti a quién cedan el asiento en el autobús. No crees que serás incapaz de subir diez escaleras. No crees que vayas a perder tu memoria. No crees que nadie nunca te ayudará a asearte. No crees que un día no oirás como oyes ni verás como ves.
Aunque por otro lado sigues pensando que tú nunca serás viejo. Tú serás uno de esos que mueren a destiempo. Tú serás eternamente joven. Tú serás eternamente tú.
Quiero ser Peter Pan para poder ir al País de Nunca Jamás. Aunque el paso del tiempo me vaya avisando que sólo espero el país que nunca jamás existirá.

domingo, 1 de febrero de 2009

MARIPOSA



Un día apareció frente a mí un pequeño ser que decía venir de otro mundo. Me dijó que era un gran mago y que a cambio de mi alma podría ofrecerme un mundo lleno de belleza y de libertad. Que iba a hacer yo, me encontraba ahí, en mi pequeño capullo tejiendo y tejiendo kilómetros de seda para la señora. Ella nos obligaba a realizar el trabajo sucio, pues ¿quién iba a querer a un gusano? Yo tenía ansia de conocer el mundo, de poder sobrevolarlo, de posar en el balcón de la dama y que ésta se enamorara de mi belleza. Acepté el trato de aquel pequeño ser firmandó la hoja del árbol más antiguo del bosque, sólo así sería eficaz el trato. Me convertí en un ser bello, todos se quedaban admirados cuando posaba frente a ellos. Tan libre, mis alas me permitían llegar a lo más alto, fui osada y quise llegar hasta el sol, fue entonces cuando descubrí que era tan frágil... ahora sólo me queda aprender a defenderme con las alas rotas.